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Fraude en el envío de mascotas por Internet

Desde hace unos dos años, recibimos de vez en cuando llamadas de personas confusas con la gestión del envío de alguna mascota. Se trata con frecuencia de perros que supuestamente viajan como carga aérea a España desde el Reino Unido o Francia, esporádicamente algún gato y hasta unas cacatúas.

El gancho es similar en todos los casos: mascota de raza cotizada se regala a través de internet porque su dueño no puede atenderla. Es deseo expreso del anunciante encontrar un buen hogar para su animal y solo se requiere inicialmente asumir el transporte. Para los amantes de los animales susceptible de adquirir un animal de estas características, es fácil ver en él una excelente oportunidad y aceptar un pago que no suele exceder los 500€. A partir de ahí, empiezan a solicitar cuantías consecutivas para costear el transportín, vacunas, comida y así sucesivamente, sin llegar a enviar nunca el animal. Los importes pagados llegan a superar los 1500€ hasta que la persona descubre el fraude.

Toda esta situación se ve agravada por la manipulación ejercida sobre el destinatario al incidir en la importancia de hacer un pequeño pago más para resolver la situación extrema en la que se encuentra el perro, porque la persona que lo envía padece una grave enfermedad.

Envían fotos y la forma de pago habitual es una transferencia a través del Western Union con destino El Congo. Se ofrece una dirección de una página web como los responsables de la gestión del envío y aunque no corresponde con la nuestra, llegan a nosotros por asimilación de nuestro nombre y actividad como transitarios.

Es importante estar alerta ante este tipo de anuncios y tener en cuenta que el envío de mascotas es especialmente sensible, por lo que nosotros, o cualquier transitario que lo gestione, debe informar previamente al exportador de todos los requisitos y procedimientos antes de iniciar cualquier trámite, así como del coste total del servicio. Asimismo, el destinatario es contactado para verificar que va a recepcionar el animal y minimizar al máximo el riesgo de desamparo a la llegada al aeropuerto.

Animamos a los afectados que notifiquen el caso a las autoridades y a los que puedan verse en una situación similar, que comprueben la veracidad de la información para evitar la estafa. No dudéis en contactar con nosotros y sobre todo, desconfiad, que en este caso bien se cumple el dicho de que “nadie da duros a cuatro pesetas”.